Impresión artística del exoplaneta Gliese 667Cd: tres estrellas podrían ser vistas desde algunos de los planetas de ese sistema (AFP) |
Gliese 667C tiene tan solo
un tercio de la masa del Sol, se encuentra en la constelación de Escorpión -a
22 años luz de distancia- y es una estrella fría y tenue.
Científicos del Observatorio
Austral Europeo (ESO), junio 2013, han descubierto el primer sistema planetario
integrado por tres planetas en los que podría haber agua líquida, lo que les
convierte en posibles candidatos para la presencia de vida.
Según informó hoy este
instituto desde su sede central en Garching (Alemania), las observaciones
realizadas con el instrumento HARPS -instalado en el telescopio de 3,6 metros
que el ESO tiene en Chile- revelan la existencia de un total de seis planetas
que orbitan en torno a la estrella Gliese 667C, ampliamente estudiada y parte
de un sistema estelar triple conocido como Gliese 667.
Gliese 667C tiene tan solo
un tercio de la masa del Sol, se encuentra en la constelación de Escorpión -a
22 años luz de distancia- y es una estrella fría y tenue.
Eso permite que la zona de
habitabilidad se encuentre totalmente integrada en una órbita del tamaño de la
de Mercurio, mucho más cerca de la estrella que en el caso de nuestro Sol.
Tres de los seis planetas de
Gliese 667C están situados en la zona que rodea a la estrella cuyas condiciones
harían posible la existencia de agua líquida, por lo que se trata del primer
sistema encontrado con una zona habitable totalmente equipada en la que orbitan
tres cuerpos de este tipo al mismo tiempo.
Estos nuevos planetas
descubiertos llenan por completo la zona de habitabilidad de Gliese 667C, ya
que no hay más órbitas estables en las cuales un planeta pudiera existir a la
distancia adecuada.
"El número de planetas
potencialmente habitables en nuestra galaxia es mucho mayor de lo que podríamos
pensar si tenemos en cuenta que podemos encontrar varios de ellos en torno a
cada estrella de baja masa", explicó uno de los coautores del estudio,
Rory Barnes.
El equipo de trabajo,
liderado por Guillem Anglada-Escudé, de la Universidad de Göttingen (Alemania),
y Mikko Tuomi, de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido), combinó para
su estudio los trabajos previos sobre la estrella con los datos de HARPS.
"Estos nuevos
resultados resaltan cuán valioso puede ser revisar los datos de este modo,
combinando resultados de diferentes equipos o diferentes telescopios",
señaló Algada-Escudé.